El viento azotó ayer sin piedad Eivissa y Formentera. Las
previsiones meteorológicas se cumplieron puntualmente y la
sorprendente nieve matutina fue precedida y seguida por fuertes
rachas de viento que, pese a llegar a alcanzar en algún momento
velocidades de hasta 109 kilómetros por hora, no provocó daños de
relevancia, aunque éstos sí fueron numerosos.
La caida de árboles, una de las consecuencias más habituales en
las Pitiüses en caso de vendaval, afectó particularmente al
municipio de Sant Josep, donde los bomberos tuvieron que realizar
al menos tres salidas durante la madrugada y la mañana de ayer para
cortar y retirar cuatro árboles, uno de ellos de grandes
dimensiones, de la carretera principal de acceso a la población y
de algún camino vecinal. La Policía Local también tenía constancia
de otros árboles derribados en las zonas de Cala Vedella y Port
d'es Torrent, donde algunos de ellos fueron arrancados ante el
riesgo de que se desplomaran.
En Sant Antoni, la avenida Doctor Fleming sufrió pequeñas
retenciones de tráfico por un árbol que cayó en medio de la
calzada. En este mismo municipio, la Policía Local informó de
numerosos daños en carteles y letreros, así como de la caida de
algún tendido telefónico, aunque, resaltaron, no hubo que lamentar
ningún daño personal.
Mientras, los bomberos continuaban subsanando otros
desperfectos, como los sufridos por las chapas metálicas de la
gasolinera de Sant Rafel, algunas de las cuales se desprendieron a
primera hora de la mañana. El mismo problema lo sufrió el recinto
ferial, donde algunas partes de la fachada y el techo tuvieron que
ser fijadas o retiradas ante el riesgo de que finalmente cayeran.
En algunas playas podían verse también algunas embarcaciones
varadas. La fuerza del mar, espoleado por el viento, provocó
igualmente el hundimiento de dos pequeñas embarcaciones en la bahía
de Sant Antoni.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Periódico de Ibiza y Formentera
De momento no hay comentarios.