LOLA OLMO/MIREIA BALASCH
La mañana amaneció fría, pero el Sol reinó invitando a miles de lectores a participar en una nueva edición del Festival de los Espléndidos Reyes Magos de Ultima Hora, la cita anual de este periódico con sus lectores.

Poco antes de que se abrieran las puertas, a las diez de la mañana, una multitud se preparaba en el Pueblo Español para disfrutar de una mañana divertida, amena y llena de sorpresas. Para entrar en calor, el público dio cuenta de una suculenta merienda, nada menos que una torrada para la que el Grup Serra dispuso 1.300 kilos de lomo, longaniza, chistorra, botifarrones y panceta, además de pan, refrescos, cervezas, ensaimada y un chocolate calentito que la gente agradeció con fervor dadas las bajas temperaturas que se registraron. Y para terminar con un día redondo, se repartieron miles de tiernos donuts.

La merienda estuvo amenizada con numerosas actuaciones para todos los gustos: zancudos y payasos que repartieron caramelos entre los muchísimos niños que acudieron a la fiesta con sus papás y abuelos; rumbas, flamenco, shows de magia, contorsionistas, pop-rock, orquestas de baile y hasta un castillo hinchable para saltar sin parar.

Además de las actuaciones y la merienda, hubo muchísimos regalos, los fantásticos premios del sorteo final, los obsequios de Alcampo sorteados con la numeración de las entradas y diez regalos más aportados por MOSA. El alcalde de Palma, Joan Fageda, se sumó a la fiesta, recibido por el director del Pueblo Español, Jaume Darder, y los directivos del Grup Serra: Sebastià Ginard, vicepresidente; Pedro Comas, director de Ultima Hora; Carme Serra, directora de Publicidad y Ventas; Jesús Boyero, director general de GBM y Miquel Joy, director comercial de prensa; Pedro Rullán, director financiero; Luis Anaya, administrador de Hora Nova, y Fina Costa, directora del Club del Suscriptor.

La banda de cornetas y tambores Joventut d'Inca fue la más madrugadora, pues era la encargada de marcar el compás en la entrada del Pueblo Español, mientras los niños abrían su apetito brincando en el castillo hinchable y probando sus fuerzas en el juego de gladiadores instalado por Animacions Brotons.

Los asistentes más pequeños «alucinaban» con la impresionante altura dexanquer Dalt de Tot, que repartía caramelos y confetti desde sus casi tres metros de altura y encarnando al personaje «supergras».

A partir de las diez de la mañana, la fiesta cobró vida ya en el interior del recinto y paulatinamente se fueron llenando de fiesta y de magia todos y cada uno de los bellos rincones del Pueblo Español.