El sindicato USO ha organizado cursillos para recuperar muebles viejos que ya dan resultados.

Apartir del próximo mes de abril un grupo de 14 personas intentarán abrirse un hueco en el mercado laboral. Todos ellos tratarán de poner en práctica sus conocimientos de tapicería porque esa ha sido su apuesta y para ello han trabajado durante los últimos cinco meses. El sindicato Unión Sindical Obrera (USO) organiza cursos dirigidos a todas las personas que tienen dificultad para integrarse en el mercado laboral. Actualmente se imparte el de tapicería, pero el 20 de enero comenzará otro de auxiliar de enfermería.

Luis Aroca se encarga de impartir estas clases en las que la mayoría de los alumnos son inmigrantes. «No tienen por qué serlo, pero lo cierto es que cada año son un porcentaje mayor», explica. Lahen lleva tres años y medio viviendo en Eivissa y reconoce que «es difícil encontrar trabajo». Con alguna experiencia en tapicería, espera que se le abra alguna puerta cuando finalice el curso. En Eivissa hay una gran demanda de tapizadores, tanto que es habitual que empresas de Mallorca o de la Península se encarguen de los trabajos que no pueden asumir los profesionales autónomos.

Aún así, son innegables los prejuicios que tienen algunas empresas a la hora de contratar a inmigrantes o a personas que rebasan una determinada edad. Eso lo sabe Luis Aroca, pero también tiene muy claro que él se siente «orgulloso» del esfuerzo que han hecho todos los alumnos que ha tenido en los tres cursos que ha impartido hasta ahora. «Sé de dos mujeres que se han establecido por su cuenta, y aunque no ha sido aquí, eso es muy bueno», dice. Una posible solución, según este tapicero, sería que entre los alumnos creasen una cooperativa.

«USO va a impartir un curso sobre eso y yo lo recomiendo porque en Eivissa, sino, no lo hace nadie», asegura. Oscar, uno de los alumnos, se encontraba ayer inmerso en el tapizado de una silla. «Soy un manitas y ya había trabajado haciendo bastidores para cuadros, por eso me decidí a apuntarme a este curso».
Sara Yturriaga