En las tiendas había ayer más movimiento de lo habitual.

Ayer se abrió la veda para comprar al precio más económico y buscar gangas imposibles; en definitiva, con el inicio de las rebajas del mes de enero, dio comienzo una de las épocas de mayor consumo del año en la que se prevé, según la agrupación empresarial Pimeco, que cada familia se gaste una media de entre 100 y 150 euros. La mayoría de los comercios de Eivissa se apuntan al calendario marcado por la normativa balear y unos días antes se comienza a fijar el descuento de cada artículo.

En Eivissa, esta mañana muchos los escaparates amanecieron con llamativos carteles anunciando el esperado recorte de precios. Aunque sin el mismo alboroto que en ciudades como Madrid y Barcelona, los comercios registraron ayer una actividad superior a la habitual. Eso sí, pocos comerciantes deciden incrementar el número de personal durante estas fechas. «Por desgracia en Eivissa no suben mucho las ventas -explicaba Regina, responsable de Gallery House- la gente tiene miedo, no sé si por la crisis económica o por el tema del euro».

Comercios como éste, con artículos que «se renuevan muy a menudo», aprovechan estas fechas para liquidar mercancía.
En establecimientos de ropa como Adolfo Domínguez viven este año sus primeras rebajas de enero, una experiencia que les servirá para saber cómo comportarse en las próximas. «De momento hoy hemos registrado un movimiento similar al que había en Navidad, pero si vemos que hay mucha gente para la próxima vez contrataremos a más gente», comentaba Ana, una de las socias.

En Adolfo Domínguez llevan a la práctica una costumbre habitual en determinados establecimientos: «Más o menos una semana antes ofrecemos unas rebajas anticipadas a los clientes más fieles», señalaba otra de las socias. Pilar esperaba ayer, junto a su nieto, a que su hija realizase unas compras. Y es que hay quien no es aficionado a comprar en rebajas «porque hay muchas artimañas». «He trabajado mucho con moda y sé que a veces hacen cosas como sacar género de hace mil años para venderlo. Yo me compro las cosas cuando las necesito», comentaba Pilar.

Sara Yturriaga