Es una pena que haga tanto frío y tanto viento porque la Cabalgata de aquí es muy bonita», señalaba una vecina de Sant Llorenç a otra mientras veía pasar uno de los carros pageses adornados para la ocasión bajo sus pies. La Cabalgata de Reyes de Sant Llorenç, famosa por su sencillez y por ser la más auténtica de las Pitiüses, congregó ayer a numerosas personas en los alrededores de la iglesia de la localidad a pesar del fuerte viento y del frío que ayer hizo su primera aparición seria del invierno.

El desfile lo cerraba una cuarta carroza repleta de niños y niñas disfrazados de pajes y personajes con atuendos propios del lejano Oriente poniendo el toque novedoso de esta Cabalgata en la que estuvo presente el alcalde de Sant Joan, Antoni Marí, Carraca, que saludó a sus Majestades al concluir el recorrido de la ruta real y antes de que éstos procediesen al reparto de los regalos entre los niños presentes en el acto.

La cabalgata finalizó con una degustación de chocolate, coca y bunyols y la actuación del joven músico de Sant Llorenç, José Luis, que hizo entrar en calor a más de uno de los presentes en este acto que este año quedó un tanto deslucido debido al viento y al frío.

Una treintena de personas formaron parte de la comitiva y organización de este desfile promovido en el seno de la Comisión de Fiestas de Sant Llorenç, que a pesar de las malas condiciones meteorológicas trabajó durante horas para preparar elegantemente las carrozas para los tres Reyes Magos. En la Plaza de España de Sant Joan también se desarrolló una sencilla Cabalgata de Reyes que finalizó, al igual que la de Sant Llorenç, con una chocolatada popular y el reparto de juguetes.

E.E.