Mariola Gómez e Ignasi Casas, estaban ayer felices en la planta de maternidad de Can Misses. Foto: K. TABERNER

Diminuta y llamativamente guapa, Fiona parecía estar muy a gusto entre los brazos de su padre, Ignasi Casas, quien la mecía con mucha delicadeza mientras la madre, Mariola Gómez, no dejaba de observarles. Hacía poco más de 10 horas desde que ella había llegado al mundo en el Hospital Can Misses de Eivissa y, sin quererlo, se había convertido en una de las principales protagonistas de la jornada de ayer. A las 03,10 horas nacía Fiona Casas Gómez y se convertía en la primera ibicenca de 2003, un detalle que posiblemente recordará toda su vida. Su madre, Mariola Gómez, no tenía muy claro si vería a la que es su primera hija en el año 2002 o en el 2003.

«Finalmente se ha retrasado cinco días y por eso ha nacido en este nuevo año, si no no hubiera sido la primera», decía. El parto fue largo, Mariola estuvo dilatando durante 12 horas y, por lo tanto, no quedó tiempo para tomarse las uvas a medianoche. «Yo las había comprado y las llevaba encima por si acaso -comentaba el padre- pero al final eso fue en lo último en lo que pensé». Mariola Gómez e Ignasi Casas son de Barcelona, pero viven en Eivissa desde hace cuatro y ocho años respectivamente. Fiona es su primera hija y con ella han recibido ya dos sorpresas este año: «Una es que al final ha nacido en el año 2003 y la otra que ha sido niña porque no quisimos saber el sexo con antelación», comentaron.

Mariola tendrá que permanecer unos días reposando en su habitación del centro hospitalario antes de volver a casa junto a su hija, pero seguro que esta joven pareja no olvidará fácilmente estas Navidades. También en Palma de Mallorca, unas horas antes que Fiona, llegaba al mundo Sebastià Adroves Mas, un niño nacido en el hospital de Son Dureta a las 0,45 horas y que compartirá con la ibicenca un pequeño privilegio.

Sara Yturriaga