Por segundo año consecutivo y con mucho éxito la pista de patinaje sobre hielo ha vuelto a conquistar a miles de personas no sólo de la ciudad de Eivissa, sino de distintos puntos de la isla. Sin duda alguna se ha convertido en uno de los principales centros de diversión de las fiestas en el que coinciden personas de todas las edades. «Principalmente son niños y adolescentes los que alquilan los patines, pero también son muchos los adultos que se atreven a deslizarse por la pista», señaló una de las responsables de la taquilla.

«Los hijos arrastran a sus padres y muchos de los adultos se deciden a patinar porque sus hijos se lo piden», reconoció Pablo Marí, el responsable de la pista. Marí comentó que desde el pasado 30 de noviembre, día de apertura de la pista de hielo hasta ayer habían pasado más de 9.000 personas por sus instalaciones, una buena cifra que seguramente se doblará de aquí al 15 de enero, fecha en la que cerrará sus instalaciones.

La fórmula del éxito es sencilla: música de fondo, una pista de 35 por 22 metros y una cafetería con calefacción para tomar algún tentempié o esperar el turno de entrada a la pista. Lo demás lo ponen todas y cada una de las personas que acuden a las instalaciones para darse unas cuantas vueltas alrededor de la pista de hielo. El precio del alquiler del par de patines es de 6 euros por 45 minutos aproximadamente y el del alquiler de guantes cuesta 2 euros.

«Por cuestiones de seguridad es obligatorio llevar guantes por eso los alquilamos. Pero son perfectamente válidos cualquier tipo de guantes de lana», concretó una de las responsables de la taquilla. Además de los guantes y patines los visitantes que deseen deslizarse por la pista de hielo deberán vestir prendas de manga larga y moverse sin brusquedad por la pista de hielo cuya capacidad máxima ronda las 200 personas.

R.D.