La gerente del Àrea de Salud, María Àngeles Leciñena, se plantea ofertar un recurso intermedio previo al centro de día de Alzheimer para hacer frente a un vacío asistencial existente desde que se detecta en fase precoz la enfermedad hasta que se produce el ingreso en el centro de atención a trastornos de la memoria. «Hay un tiempo en el que el paciente y la familia no son verdaderamente conscientes de la dimensión de la enfermedad y hay una cierta prevención a apuntarse al centro porque no ven la necesidad», explicó la gerente.

De este modo se baraja la intervención en un primer nivel «intermediario entre el diagnostico de la enfermedad y el centro de día donde se pueda iniciar algún tipo de terapia», añadió la responsable del Àrea de Salud. «Cuando se diagnostica alzheimer ni el paciente ni la familia no saben en realidad la importancia de la enfermedad», añadió. La ubicación de este recurso está aún por determinar. «La consellera de Benestar Social del Consell, Sofía Hernanz, ha ofertado las dependencias del IBAS donde estaba el antiguo centro de día», apuntó Leciñena.

El IB-Salut se encarga de la detección precoz de la enfermedad. De esta manera se trata de trabajar en la primera fase de la enfermedad. Con la contratación de un segundo neurólogo en Can Misses se está organizando el circuito para que los médicos de atención primaria que sospechen de la existencia de casos de alzheimer se deriven a la unidad de trastornos de la memoria. Asimismo habrá un contacto con el centro de atención a los trastornos de memoria para que se valore la evolución de los resultados de los programas que se hacen.

El Consell inauguró el día 19 el nuevo centro de atención de trastornos de la memoria que se encuentra en la residencia asistida de Cas Serres en unas instalaciones independientes que se encuentran en el primer piso. El centro cuenta una capacidad para 20 personas. De momento, sólo hay ocho usuarios, los mismos que ocupaban el centro de día en el Hogar Ibiza. El resto se irán incorporando de manera progresiva. Hay 20 personas que están a la espera de una plaza. Para este nuevo recurso sociosanitario se cuenta con un terapeuta ocupacional, un fisioterapeuta, una enfermera y dos auxiliares.