EFE/R.L.
El alcalde de Eivissa, Xico Tarrés, espera que en tres o cuatro meses pueda ser una realidad el derribo del edificio abandonado que ocupa actualmente el solar donde se encontraba la antigua plaza de toros de la ciudad. Tarrés aseguró ayer que éste es su «mejor de deseo» para el próximo año, un tema que le gustaría dejar resuelto antes de las elecciones.

El Ayuntamiento llegó a un acuerdo con los vecinos para hacerse con la propiedad de todos los puestos y plazas de aparcamiento que forman parte de este edificio destinado a ser un mercado de abastos, pero que nunca consiguió el permiso de apertura. Este proyecto se engloba dentro de las mejoras que el Ayuntamiento está promoviendo en la ciudad y que, según Tarrés, los ciudadanos «ya han comenzado a ver y podrán disfrutar el próximo año».

El alcalde consideró que es bueno que la ciudad esté constantemente en obras porque significa «que avanza y se moderniza». El derribo del edificio abandonado está pendiente de que se terminen los expedientes de expropiación de aquellos puestos cuyos propietarios no han sido localizados o no han estado de acuerdo con el precio pactado entre el equipo de gobierno y los afectados.

El pasado mes de septiembre, el Ayuntamiento aprobó, con el apoyo del PP, una modificación puntual del PGOU para llevar a cabo la expropiación de esta plaza, que pretende convertir en una zona verde de 9.000 metros cuadrados. El pleno modificó la calificación de la parcela, pasando de suelo urbano residencial al equipamiento público.