Los familiares de residentes del centro asistido de Cas Serres se
quejaron ayer del abandono, falta de higiene y desatención de las
personas ingresadas en esta institución dependiente del Consell
d'Eivissa i Formentera. Las quejas de los familiares salieron a la
luz durante la reunión, que se prolongó cerca de dos horas, con la
nueva directora de la residencia asistida de Cas Serres, María José
Marí Figuerola, a la que asistieron familiares de internos de este
centro sociosanitario.
Algunos familiares expresaron su malestar por el descuido y la
falta de atención ya que se dejan muchas horas a los residentes
sentados en sillas de ruedas; la tardanza en cambiar a los mayores
que se han hecho sus necesidades llegando a estar varias horas en
esta situación; e incluso la falta de control de los medicamentos
que toman.
Otra de las protestas más llamativas es la inmovilización del
timbre de llamada tapando el interruptor con un cartón para evitar
las llamadas. La directora expresó su sorpresa ante las denuncias
de los familiares. Marí Figuerola, acompañada del asesor de la
Conselleria de Benestar Social del Consell, Carles Canes, convocó
esta reunión para presentarse oficialmente tras tomar posesión de
su cargo.
La actual directora, que ha sustituido recientemente a Josefa
Marí tras presentar esta su dimisión, ha sido durante nueve años la
supervisora de enfermería, cargo que sigue todavía vacante. Marí
Figuerola dio a conocer ayer las reformas previstas en este
edificio, tanto de infraestructura como en una reorganización
interna.
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