Tal y como está el precio del suelo en Eivissa para un promotor resulta inviable acometer viviendas de protección oficial en Eivissa. Así se manifiesta el presidente de la Asociación de Constructores de Eivissa y Formentera, Pablo Arriba, que, de todos modos, celebra que el Ayuntamiento de Eivissa haya suspendido parte de la moratoria.

El Consistorio aprobó el martes en pleno levantar la suspensión de la concesión de licencias para construir en suelo industrial, en una zona del Ensanche (siempre y cuando no suponga un incremento de plazas turísticas y residenciales) y para levantar viviendas de protección oficial. Eso sí, sólo 35 residencias al año como establece la norma de cupos.

«Aquí en Eivissa no es rentable, por eso no se hacen viviendas sociales», mantiene Arriba, que, sin embargo, reconoce que son necesarias dado el incremento del coste de la vivienda: «Hay mucha gente que necesita una oferta de este tipo». El precio de una vivienda de protección oficial en Eivissa es más alto que en la península para contrarrestar la diferencia de costes que hay en un lugar y otro. No obstante, Pablo Arriba apunta que «esta diferencia no es suficiente para equiparar los gastos» y que los constructores de Eivissa salen perdiendo.

El Partido Popular avisó al equipo de gobierno en pleno que hay que controlar la construcción de viviendas sociales para evitar la picaresca. Arriba sostiene, por su parte, que difícilmente se puede especular con este tipo de viviendas es mínimo. «El propietario de la vivienda debe estar un mínimo de años residiendo en la casa y al constructor le imponen un precio de venta determinado, por lo que también tiene un margen ínfimo.