El pleno de Sant Josep aprobó ayer, con el rechazo del Pacte, una moción en la que insta al Consell a que desista de revisar las licencias otorgadas por el Ayuntamiento de Sant Josep antes de 1990 ya que no cuentan con el informe de la Comisión Provincial de Urbanismo, que ahora se denomina Comisión Insular de Urbanismo. El concejal de Urbanismo, Josep Marí Ribas 'Reganes' vaticinó que, en caso contrario, será «una ruina para el municipio» al tener que hacer frente a las indemnizaciones al anular las licencias.

El portavoz de la oposición y conseller de Urbanisme y Turisme, Josep Marí Ribas, precisó que se trata de unos casos muy concretos «donde había una denuncia y no se ha cumplido la legalidad, como Cap Llentrisca, S'Atalaia y Benimussa». Explicó, además, de que «son obras que se están ejecutando ahora con licencias de antes de 1990» y no aquellas ya realizadas y con el final de obra. «Son licencias para especular que ahora se rescatan y eso es un fraude de ley», añadió.

El concejal insistió que «no se trata sólo de esas licencias» y aseguró que la casa del conseller d'Urbanisme se encuentra sin el informe preceptivo acusándole de «falsedad documental» al modificar los metros cuadrados de la parcela «para beneficiarse del 25 por ciento de la reducción de la parcela». Ante estas acusaciones, Josep Marí Ribas 'Agustinet', calificó de «rastrero presentar la moción para hacer un ataque frontal» «Es una manera poco elegante de hacer política», añadió.