Hernias discales, artrosis, lumbagos, fibromialgia, lesiones deportivas, e incluso celulitis, son algunas de las aplicaciones de la ozonoterapia, un tratamiento que poco a poco se está extendiendo en España y que, según los expertos, cuenta con muchas ventajas; la principal, que no se le conocen efectos secundarios.

El doctor Pedro Antonio Calabuig ofrece, desde hace un año, esta terapia en su consulta de Eivissa y aunque reconoce que muchos pacientes «llegan sin saber muy bien lo que es, la mayoría se marchan sorprendidos y muy agradecidos. «No tiene efectos secundarios, ni colaterales, ni indeseables "explica el doctor" y la aplicación es muy sencilla y no requiere de anestesias ni del uso de fármacos». Dependiendo de la dolencia del paciente, la práctica se hará sobre la propia piel o a través de infiltraciones.

Como su propio nombre indica esta terapia utiliza un gas, el ozono, como medicina. «Tiene propiedades de antiinflamatorio, analgésico, sirve para acabar con el dolor y acaba con la infección», apunta Calabuig. En este caso en concreto, el ozono se obtiene a través de bombonas de oxígeno, mezclando un 97% de oxígeno y un 5% de ozono. Una materia prima inagotable que facilita sorprendentemente su utilización como medicamento.

«En países como Italia lleva utilizándose más de 20 años, pero en España se hacía muy puntualmente, en sitios como la Clínica Ruber de Madrid, o en la clínica Quirón de Barcelona», explica el doctor. Pero fue hace dos años cuando realmente se da a conocer y se crea la 'Asociación Científica Española de Aplicación de la Oxígeno Ozono Terapia', con el objetivo de crear unas pautas de aplicación. Por la consulta de Calabuig han pasado pacientes con dolores musculares crónicos que les impedían incluso conciliar el sueño.