La Comisión Insular de Urbanismo (CIU) autorizó ayer al Ayuntamiento de Formentera un crecimiento urbanístico del siete por ciento anual, superior en un cuatro por ciento al que figura en las Directrices de Ordenación del Territorio (DOT). Esa decisión permitirá a la institución formenterense desarrollar el Plan Parcial sur de es Pujols, que contempla la construcción de un deposito de agua, de una carretera de circunvalación que reducirá considerablemente el tráfico en el casco urbano y de más zonas verdes, culturales y de equipamientos, según explicaron al término de la reunión de la CIU el conseller insular d'Ordenació del Territori, Josep Marí Ribas, y el concejal de Urbanismo de Formentera, José Ramon Mateos.

Éste último señaló que así se resolverá el problema del tráfico y se desarrollarán nuevas zonas peatonales. El edil recordó que el plan está coordinado con el proyecto de la ecotasa para peatonalizar la calle Roca Plana y la plaza Europa y para la construcción de un auditórium. Ramon explicó que el Ayuntamiento, en vez de haber crecido el tres por ciento anual que permitían las DOT, lo hará «de una vez», pero por debajo del total estipulado para los tres años que han pasado desde la aprobación de esa norma. También subrayó que el Consistorio no tiene ningún plan parcial más por aprobar «ni ninguna expectativa de más crecimiento en suelo urbano».

Antes de desarrollar tanto el plan parcial sur como el norte de es Pujols (éste último pendiente de pasar por comisión y de ser enviado a la CIU), el municipio deberá adaptarse a todas las normas existentes, como el decreto de capacidades y el Plan de Ordenación de la Oferta Turística (POOT). El concejal calculó que en las 3'9 hectáreas de ese plan parcial se podrán construir 120 plazas nuevas, que se repartirán entre turísticas y residenciales. Al menos la mitad de los terrenos se destinará a zonas verdes y equipamientos. También desestimó la fórmula de la expropiación de esas parcelas por ser «inasumible»: 1'8 millones de euros.