Los negocios de restauración han pasado una temporada alta floja.

El presidente de la Asociación de Bares, Restaurantes y Cafeterías de Eivissa, Francisco Tur, se mostró ayer «preocupado» por las perspectivas turísticas de este invierno, ya que «si bien no suelen ser muy altas en las Pitiüses», este año «lo que había se ha ido al garete». Este hecho ha provocado que muchos negocios que se solían mantener abiertos durante la temporada baja hayan decidido cerrar sus puertas para evitar sumar pérdidas en el invierno. Tur recordó que la inestable temporada de verano y la consecuente reducción de beneficios han sido determinantes a la hora de que muchos empresarios hayan decidido cerrar ahora. Otra opción por la que se han decantado los negocios de restauración turísticos es por reorientar su oferta para centrarla en los residentes.

De este modo, Francisco Tur coincide con la Asociación Empresarial de Restauración de Mallorca. Su presidente , Antonio Gil, confirmó ayer a la agencia Efe que muchos empresarios del sector están procediendo a cerrar sus locales, especialmente en la Playa de Palma, debido a la caída del negocio de hasta un 35 por ciento. Gil fue muy explícito al afirmar que desde varios flancos «se ha hecho todo lo posible para que los turistas no vengan y estas son las consecuencias». El portavoz citó como «elementos negativos» para el sector vacacional «los reiterados anuncios de huelgas en Balears, aprovechados muy bien por la prensa sensacionalista de los países emisores de turismo».

Por su parte, el ibicenco Francisco Tur reconoció que las consecuencias de una mala temporada de invierno «son mucho peores para Mallorca» donde la desestacionalización del turismo es un hecho, por lo que su merma es un problema «más grave». Con respecto a la temporada alta de 2003, Francisco Tur quiso ser prudente porque «aunque se habla de una ligera recuperación» todavía no se han esfumado los vientos «de recesión». Tur se mostró favorable de no bajar la guardia y esforzarse para que no se pierda volumen en relación a 2002 porque sería «catastrófico».