E l fisioculturismo es un deporte poco conocido que requiere una dedicación muy precisa. Muchos acaban abandonando las competiciones por el gran coste y el esfuerzo que supone su preparación. Jorge Jiménez y Juan Francisco del Valle son un ejemplo de esta dedicación: tras muchos años de entrenamiento y de preparación, decidieron concentrarse en conseguir que fueran otras personas, y no ellos, quienes triunfasen en los certámenes nacionales. De hecho, entre los deportistas que compitieron en el Campeonato de Fisioculturismo de Balears celebrado el pasado 12 de octubre en el colegio Lasalle de Palma de Mallorca, Eivissa quedó en muy buen lugar.

Gran parte de la responsabilidad de este éxito, hasta ahora desconocido en la isla, es de Jorge y Juan Francisco, dos deportistas que trabajan como portero de discoteca y en un concesionario respectivamente, pero que dedican todo su tiempo libre al fisioculturismo. Del Valle, a sus 33 años, no ha abandonado definitivamente la competición, pero actualmente se ha centrado en la preparación física de otros aficionados a una práctica que lleva al cuerpo humano hasta rozar sus propios límites. Él ha sido el encargado de entrenar a Jesús y Pepe, éste último número uno en la categoría senior de más de 80 kilogramos del campeonato balear. Por su parte, Jorge Jiménez fue algo más precoz y a los cinco años ya hacía pesas, aunque fue con 15 cuando se estrenó en el mundo de la competición.

Actualmente tiene 22 años y no se plantea volver a participar en ningún certamen. «En el último campeonato tuve una cierta decepción y me aparté, fue entonces cuando me acerque a la preparación física», recuerda. De los tres culturistas que él ha entrenado, dos de ellos, Giuseppe y Francisco Chicano, consiguieron el primer puesto en sus respectivas categorías. Además, en su grupo también participó Nancy Hung, quien casualmente es la mujer de este joven preparador.

A Jorge y a Francisco les gustaría acabar con las convenciones que existen en torno a quienes practican el fisioculturismo. «Este deporte no está bien visto, se creen que somos vacilones y que nos ponemos así para ir a la playa, pero lo cierto es que la mayoría somos muy tímidos», apunta Del Valle. Para ellos el culturismo es «una forma de vida» que requiere un gran esfuerzo físico, mental y económico. «Para preparar un campeonato podemos llegar a gastarnos hasta 6.000 euros o más», aseguran ambos. Una cantidad que se alcanza, en gran parte, sumando todo lo que deben comprar para alimentarse cada día: un kilogramo de carne, 12 claras de huevo y una yema, una lechuga, cuatro latas de atún y un kilogramo de arroz; además, deben beber dos o tres batidos de vitaminas diarios . «Cada bote de suero cuesta unos 45 euros y te dura unos 15 días».