Los alumnos de 1º representaron un baile en el que se colocaron unas graciosas orejas de conejo. Foto: S.Y.

En Santa Gertrudis ya están empezando a acostumbrarse a que sus fiestas patronales deban celebrarse pasadas por agua. Ayer, la lluvia obligó a suspender los juegos infantiles programados a primera hora de la mañana, pero gracias a la gran carpa instalada en el solar de detrás de la parroquia del pueblo, sí se pudo celebrar el festival que los alumnos del colegio de Santa Gertrudis habían preparado concienzudamente durante las últimas semanas.

Alrededor de 250 niños, entre los que había tres cursos de infantil y ocho de Primaria, fueron llegando a una carpa en la que ya esperaban un gran número de padres armados con las cámara de video y dispuestos a inmortalizar los mejores momentos de la actuación de sus hijos. Como suele ser habitual, el espectáculo comenzó con cierto retraso, pero el resto de la mañana transcurrió según lo previsto.

En el escenario, un representante de cada curso leyó una estrofa de un pregón escrito por ellos mismos y lleno de referencias a todas las actividades que se llevan a cabo en las fiestas. En esta primera presentación destacó un detalle muy especial: los alumnos habían aprendido el lenguaje de signos para poder utilizarlo durante la lectura del pregón y que sus compañeros sordos pudiesen entenderles.

Hasta la hora de comer se fueron sucediendo los números protagonizados por chavales de todas las edades. Los más pequeños tuvieron que ser ayudados por sus profesores, mientras que los mayores presentaron con soltura bailes modernos e incluso un desfile de moda en el que que dos alumnos vestidos con la indumentaria del Real Madrid fueron los más vitoreados. La fiesta continuará hoy con la celebración del día grande de la localidad, que acogerá actos como la misa solemne o la procesión.