Las reacciones a la denuncia realizada por el sindicato Stib-Stei sobre el colapso de 43.000 objetos postales en la oficina de Correos de Sant Josep no se han hecho esperar. El alcalde del municipio, José Serra Escandell, ha enviado una carta al director de la Jefatura Provincial de Correos en la que le ruega que tome «urgentemente» todas las medidas necesarias «para que esta complicación se resuelva lo antes posible».

El alcalde asegura que ha tenido conocimiento "a través de los medios de comunicación de las Pitiüses" de la «presunta existencia de una abundante acumulación de correspondencia pendiente de repartir en la oficina del municipio». Este asunto preocupa «mucho» a Serra Escandell, ya que considera que «perjudica notablemente a los ciudadanos de este municipio, al ofrecer una imagen negativa a los habitantes, visitantes y residentes por no cumplir diligentemente con el servicio por el que el usuario ha abonado las cantidades exigidas por ello».

Por otra parte, Carlos Salinas, portavoz de la Unión de Consumidores de Eivissa (UCE), señaló ayer que la denuncia efectuada por el sindicato ha dejado «perpleja» a la asociación. «Es una barbaridad tener retenida una cantidad de correspondencia tan grande», señaló Salinas que cree «imprescindible» exigir a Correos y al Gobierno que impidan que se vuelva a producir una situación similar en cualquiera de las oficinas de este organismo.

Salinas recordó que el servicio postal público ha sido muy criticado en Eivissa y Formentera por su ineficacia pero reconoció que en los últimos tiempos «se ha notado una mejoría». Casos como el de Sant Josep «echan por tierra todos los avances», criticó, añadiendo que es «lamentable» que la gente se haya acostumbrado a ver Correos como «un servicio lento y poco fiable sólo porque es público» y confíe más en las empresas de mensajería. Salinas concluyó que si la situación de la oficina de Sant Josep es de la gravedad que señala el sindicato es «como para denunciarlo ante los juzgados».