J. M. R. El conseller de Pressuposts, Santiago Ferrer, anunció ayer que el equipo de Gobierno procurará incorporar en los presupuestos generales de 2003 todas las mociones de la oposición aprobadas en pleno y que aún no han podido ser ejecutadas «porque presupuestariamente no era posible». Precisamente, la consellera popular Cati Palau se quejó el martes de que sólo se han puesto en marcha el 10 por ciento de las mociones de su grupo. El objetivo del Pacte es consensuar con la oposición las cuentas de 2003, para lo que está haciendo guiños como el de la incorporación de las mociones.

Precisamente, Ferrer explicó que hace seis días se reunió con el conseller popular Pere Palau para instar a su formación a que presente propuestas para incorporarlas a los presupuestos que se están confeccionando. Además de ese encuentro, hubo otro el pasado martes en el Parlament, según confirmó también Palau. La primera cita se produjo una semana después de que Ferrer hiciera la misma propuesta al conseller del grupo mixto, Joan Buades. La respuesta que Palau le dio fue similar a la del conseller verde: antes de ofrecer propuestas, los populares desean conocer «las cifras» que se manejan para el próximo año.

Al respecto, Ferrer reiteró ayer lo que en su momento dijo tras entrevistarse con Buades: «Si entramos en la mecánica de los papeles, se retrasará la aprobación de los presupuestos». Cuando habló con el conseller del grupo mixto, le sugirió que antes de decidirse consultara previamente con los miembros de su partido, Els Verds. Ferrer tendrá la respuesta de los verdes esta semana. La idea de incorporar las mociones a los presupuestos ya fue sugerida por Buades cuando se reunió con el conseller de Pressuposts. Entonces le dijo que el equipo de Gobierno ya sabía cuáles eran las propuestas que había hecho en los plenos durante los dos últimos años, de manera que si quieren contar con su voto, los progresistas no tienen más que incorporarlas: «La pelota está ahora en su tejado», concluyó.