Son muchas las personas que esperan la llegada de esta madrugada para retrasar a las 3'00 horas de la madrugada una hora su reloj para que sean de nuevo las 2'00 y descansar más y mejor. Contrariamente a lo que sucede con los cambios de estación, que suelen afectar al estado anímico de personas y animales, el retraso de las agujas del reloj no lleva consigo grandes cambios en el humor y día a día de los mortales. «Hay personas a las que les trastorna el sueño pero es algo transitorio, que dura un par de días», explica la psicóloga Ana Zafra, que detalla que el cambio de estación afecta más «sobre todo a personas predispuestas a la depresión porque las horas de luz son menos».

Lo de la luz es algo que también tienen muy en cuenta los niños en edad escolar. Ana María Andrés, directora del Colegio Público Cervantes, comenta que el cambio de hora de octubre no repercute en el rendimiento del alumnado. «Quizás a los estudiantes de Secundaria sí que les afecta porque entran en clase cuando todavía no ha salido el sol, pero a nuestros alumnos lo único que les preocupa es que a partir de ahora tendrán menos tiempo para jugar al aire libre porque se hace de noche antes», explica.

En el caso de los animales de granja y compañía el veterinario Fernando Ribas, de la Clínica Veterinaria Sant Jordi, comentó que el cambio de hora sólo afecta a los animales en el cambio de su rutina tanto a la hora de comer como de pasear. «Siguen despertándose cuando sale el sol y el comienzo de su jornada lo decidimos nosotros. Las horas de luz les afectan en el celo y en la muda de pelo y plumas pero nada más.