La Plataforma per l'Ensenyament Públic de les Pitiüses, que agrupa a los sindicatos STEI, CCOO, UGT, Colectivo de Estudiantes, Federación de Padres y Madres de Alumnos y la Associació per Renovació Pedagogica, han convocado una huelga y manifestación el día 29 para protestar contra la Ley de Calidad, que impulsa el Ministerio de Educación. A las doce del mediodía está previsto una manifestación de estudiantes que recorrerá las calles de Eivissa. A las siete de la tarde tendrá lugar una concentración en Vara de Rey. Formentera también se sumará a las actuaciones de protesta con un acto previsto a la una del mediodía en la plaza de la Constitución de Sant Francesc.

El representante del STEI, Juanjo Cardona, calificó de «insulto» la denominación de la propia normativa «porque no reconoce la calidad y somos muchos los que pensamos así». A su juicio, se trata de una ley «basada en la prepotencia del Partido Popular, con criterios mercantilistas» y donde no se ha contado con la opinión de los agentes sociales que representan a la mayoría. La falta de diálogo y la inexistencia de una memoria económica «transparente» son algunos de los puntos criticados. En opinión de Cardona, el articulado de la ley «es tendencioso».

Los organizadores calculan que esa huelga tendrá un gran seguimiento en la comunidad educativa de las Pitiüses. «Es mayoritario el colectivo de profesores que están en contra de esta ley. Puede ser un éxito el paro», añadió Antonio Cicerol, de CCOO. Cicerol señalo que la ley afecta negativamente al tramo de educación infantil y a secundaria, «donde se establece que no todos los centros públicos harán todos los itinerarios».

Los integrantes de esta Plataforma han elaborado un manifiesto en el que explican las razones de su protesta en contra de esta normativa. A su juicio, la Ley de Calidad, que impulsa el Ministerio de Educación, «separa a los alumnos haciendo clases de estudiantes buenos y malos sin tener en cuenta ni sus capacidades individuales ni singulares». Además, opinan que el sistema de hacer repetir a los alumnos «nunca ha sido una manera integradora y compensadora de desigualdades y que haya gente que se quede por el camino».