La Fiscalía investiga la introducción de conejos en el islote de sa
Sal Rossa, situado frente a Platja den Bossa, a escasos metros de
la costa e incluido dentro del área del Parque Natural de ses
Salines.
El fiscal que trata temas relacionados con el medio ambiente,
Manuel Campoy, recibió en septiembre una denuncia al respecto
presentada por la secretaría general técnica de la Conselleria
balear de Medi Ambient después de que los animales fueran
detectados por los agentes del Parque de ses Salines. El temor de
los responsables de Medi Ambient es que los conejos introducidos
causen estragos entre las especies vegetales endémicas del islote e
incluso lleguen a acabar con ellas.
El fiscal incoará diligencias y se pondrá en contacto con la
directora del Parque Natural para que aporte datos sobre el
perjuicio que puede causar a los endemismos la presencia de esos
mamíferos. De momento se ignora quién ha podido ser el autor. Esa
práctica queda terminantemente prohibida en el texto del Plan de
Ordenación de los Recursos Naturales (PORN) de ses Salines.
Medi Ambient también ha denunciado ante la Fiscalía el hallazgo
de numerosos bidones que contienen material «tóxico y peligroso» en
el Cap de sa Serra (Sant Josep), un área natural de especial
interés (Anei) que forma parte del Parque Natural de Cala d'Hort.
El material se encuentra amontonado sin protección.
Dentro de ese lote de denuncias efectuadas por la Conselleria
balear de Medi Ambient al final del verano, también figuran dos
obras llevadas a cabo en el Parque Natural de Cala d'Hort. Una de
ellas está situada en una finca de Cap Llentrisca (Sant Josep),
donde se construye una vivienda privada. Esa casa ya fue precintada
previamente por el Consell.
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