Papel de seda y cartulinas de colores, cola blanca, tijeras y punzones son las herramientas de trabajo que pueblan las mesas que cada martes y jueves se disponen en el salón de actos del Hopital Residencia de Cas Serres para el desarrollo del taller de manualidades en el que participan entre 20 y 25 personas. Marilú Jaén, asistenta social del centro, es la encargada de motivar y fomentar la participación de un buen número de los internos de las instalaciones para que pasen unas horas a la semana charlando mientras trabajan la psicomotricidad de sus manos.

«Trabajan con distintas técnicas para que realicen pequeños movimientos con los dedos de las manos que les van muy bien y los hacen casi sin darse cuenta mientras hacen pequeños objetos decorativos», precisó la asistenta del centro. El trabajo de los movimientos, el control del pulso y la sociabilidad entre los internos son otros de los aspectos que persigue este taller que cada vez cuenta con mayor número de adeptos.

«También trabajamos con su memoria para que se sitúen en el espacio y en el tiempo, por eso en cada estación trabajamos con una decoración diferente. Ahora, precisamente, con el otoño estamos haciendo setas y hojas con una base de cartulina sobre la que ellos pegan bolitas de papel cebolla de distintos colores que previamente han modelado con sus manos», resumió Marilú Jaén, que procura que los asistentes al taller cuenten historias. «No es muy complicado, pero se necesita mucha paciencia y maña», explicaba María Rizo, una de las participantes en este taller que pronto comenzará con los preparativos de Navidad.