Las palabras del conseller de Turisme, Celestí Alomar, que descartó en unas declaraciones efectuadas en Formentera la posibilidad de que cada una de las islas menores gestione por su cuenta la promoción turística institucional han levantado ampollas en Eivissa por contrariar totalmente lo que pidieron las Pitiüses en la última reunión sectorial de la mesa del turismo: independencia total.

El presidente de la Federación Empresarial Hotelera, Pedro Matutes, señaló ayer estar «indignado» porque el planteamiento de Alomar «no es más que un ejemplo más de despotismo ilustrado que viene de Mallorca». Eivissa y Formentera son «mayorcitas para hacer su propia promoción», señaló el presidente de la Federación que no se mostró tan sorprendido por las declaraciones de Alomar «porque provienen de una cierta prepotencia del Ibatur» como por «los silencios cómplices desde Eivissa». Matutes no tiene claro si los políticos de Eivissa «van a tener la valentía de defender la independencia».

Los empresarios hoteleros aseguran que es «más que evidente» que Eivissa no puede seguir dependiendo «de la buena fe o de la mala fe del Ibatur; de que nos den o no nos den». El sector es consciente de que una parte del dinero que recibirían "de ser independientes" debería ser aportada a un fondo común para hacer frente a los gastos de estructura. Matutes, muy alejado de la postura de Alomar, fue más allá y sugirió que «todo el presupuesto de la Conselleria de Turisme debería ser repartido entre las Islas para invertirlo con mayor acierto y conocimiento en promociones y mejoras específicas».

Los hoteleros creen que incluso Formentera debería tener un margen de autonomía importante con respecto a Eivissa. El hecho de que Alomar argumentase que la nueva campaña de Turespaña vaya a hacer énfasis en cada isla para justificar que no hace falta una promoción separada tampoco ha gustado a la Federación Empresarial Hotelera. La campaña ha introducido publicidad de cada isla porque « la federación lo ha solicitado de manera expresa y personal». Es el sector privado el que está promoviendo este cambio, según la Federación Hotelera, «no Turisme ni el Ibatur».