El primer punto del orden del día de la Mesa del Turismo de ayer era una pregunta: ¿Interesa o no interesa que Eivissa y Formentera tengan las competencias de promoción turística? La respuesta unánime de los integrantes (empresarios, políticos y asociaciones, entre otros) fue afirmativa. Aunque partieron de este acuerdo, parte de los presentes defendieron que las estructuras públicas de una posible transferencia deben ser mínimas y que han de ser organismos que ya están conformados, como Fomento del Turismo, quienes deben tomar las riendas de promoción. El conseller de Turisme, Josep Marí Ribas, advirtió ayer de que «aunque se pueda colaborar con Fomento, el control del presupuesto y el diseño de la campaña se ha de hacer desde la propia administración pública».

El conseller también remarcó que la Mesa del Turismo puede reclamar esta transferencia pero, para que sea real, debe haber un acuerdo político de todos los partidos con representación en las islas. El Parlament deberá debatir este tema pero ya en la próxima legislatura, «dado que no está contemplado en presupuesto ni ha sido debatido por los diferentes grupos políticos». Otras líneas de actuación futura que quedaron definidas ayer fueron la necesidad de buscar otros mercados y diversificar la oferta para evitar depender tanto de los touroperadores.

El conseller anunció además que hoy se firma el acuerdo para iniciar una campaña de «lavado de imagen» de las Pitiüses en el mercado británico. Esta campaña lleva un grave retraso sobre su espalda pero, si finalmente se ejecuta, supondrá la inversión de 360.000 euros en promoción específica para Eivissa. La reunión de ayer fue la tercera de las cuatro convocadas para analizar las cuestiones lanzadas por la Federación Hotelera en su documento «Apuesta por el turismo».