La también policía local María Dolores Silva ha vivido durante la última semana con los nervios a flor de piel. La entrada de su hijo en la fase final de las pruebas de selección de los candidatos a la segunda edición de 'Operación Triunfo' ha hecho que cada día estuviera pendiente de las llamadas de Micky. «Nosotros sabemos que está entre los 20 elegidos desde el miércoles, que fue cuando echaron a los últimos cuatro», señaló María Dolores junto a su esposo, el también inspector de la Policía Local José Manuel Navas. «Ese día por la noche nos llamó pero casi no he podido hablar casi con él. Les obligaban a dejar el móvil en el hotel llamaba cuando volvía de los cástings y pruebas médicas y casi no hablaba porque necesitaba descansar», explicó la madre. «Me decía lo justito y no sé casi nada», añadió.

La madre de Micky Silva recordó ayer que el joven concursante ibicenco destacó el gran nivel de sus compañeros de aventura, que ya le han bautizado como 'Popeye' porque, según María Dolores, «lo han visto muy cachas». Otra de las anécdotas que Micky Silva ha comentado a su familia ha sido el primer encuentro con Nina y Hellen: «Me dijo que la primera vez que entró en la habitación donde estaban Nina y Hellen para hacerle una prueba de garganta y voz se quedó muy parado. Ellas le dijeron «adelante» y él les contestó que necesitaba unos minutos para hacerse a la idea de que estaba con ellas», recordó.

«Creo que tanto él como nosotros todavía no nos lo creemos», señaló su padrastro, José Manuel. «De todas maneras, hasta mañana por la noche [por hoy] no me hago idea de nada. Si pasa, ya puedo decir que está dentro, pero si de los tres que echen él es uno de ellos...», confesó una cauta Dolores que confesó que está más preparada para lo malo que para lo bueno.