La seta de este año es muy buena y más barata que otros años», aseguran Encarna y Antonia, dependientas de Frutas Lidón, uno de los puestos del Mercat Nou de Eivissa. Con esa frase se resume escuetamente el comienzo de la temporada de hongos, algo anticipada por las abundantes lluvias caídas sobre la isla. Unos meses muy esperados para los amantes de estas delicias con forma de sombrilla que se prestan a ser cocinadas en multitud de recetas diferentes.

Estos días, en cada uno de los mostradores repletos de frutas y verduras, los rovellons mantienen un lugar preferente. Aunque es pronto para ofrecer la especialidad ibicenca (pabrassos) y las setas que ahora se pueden comprar son importadas, son muchos los clientes que incluyen en su cesta de la compra unas setas de temporada como son los rovellons u otros hongos que se pueden encontrar todo el año, tales como las setas de cardo (las blancas) o los champiñones.

Algunos vendedores, como Hector Marí, responsable de otro de los puestos, creen que este año la calidad está siendo muy buena: «No tienen nada de tierra ni de arena y como ha llovido mucho han venido húmedas y eso es bueno», afirma; por su parte, Marga Guasch, dependienta en Ca'n Lluisa, opina que la calidad se ha visto mermada: «Han llegado muy picadas», apunta. Un kilogramo de rovellons ronda hoy los 18 euros, mientras que las setas blancas se pueden adquirir por unos 6 euros. «Es muy difícil decir si los precios subirán o bajarán. Otros años los rovellons han llegado a caer hasta los 4 euros», explica Margarita Riera, propietaria de un puesto de frutas y verduras de su mismo nombre.

Algo tan sencillo como la forma de recoger las setas en el campo puede acarrear una caída en la cantidad final de producción. «Los ibicencos tienen una manía a la hora de recoger setas, se van a buscarlas con bolsas de plástico, las arrancan de raíz y las guardan. Eso supone que no cae ninguna semilla de nuevo a la tierra», explica Hector Marí.