El presidente de la Federación Hotelera de Eivissa y Formentera, Pedro Matutes, vio ayer «confirmadas» sus previsiones sobre la caída que esperaba el sector durante la primera quincena de septiembre, tras un mes de agosto «salvado» por italianos y españoles. La caída media de la ocupación en las Pitiüses ha sido de un 8'9% en la primera quincena de septiembre en comparación con el mismo período de 2001 (83'6 por ciento de ocupación media este año frente al 92'1% de 2001).

El comportamiento por zonas ha sido diferente pero en ninguna de ellas se ha mantenido o ha aumentado el número de clientes en la primera quincena del año con respecto a 2001. Así, en Eivissa la caída ha sido de un 34'5% con una ocupación media del 93% durante la primera quincena. Por su parte, Sant Josep ha sido la zona más castigada por el descenso con una caída del 18% y una ocupación media del 72'6 frente a los 88'8 de 2001.

Sant Antoni ha perdido un 14'6 por ciento de ocupación, situándose en una media del 76'9% de plazas completas frente al 90% de lleno de sus hoteles en las mismas fechas del año pasado. Los establecimientos de la parte norte han notado una caída 6'2% y, en Santa Eulària, la caída ha sido del 8'6%. La zona mejor parada durante la primera quincena ha sido Formentera, donde se ha registrado una caída del 4'3 por ciento con una ocupación media del 90'9 frente al 95 de 2001.

Con respecto a las cifras de ocupación del Instituto Nacional de Estadística (INE) que colocaban a Eivissa en los primeros puestos del conjunto del Estado, Matutes se mostró conforme pero matizó que son cifras que comparan a las Islas con zonas donde hay hoteles urbanos, como Catalunya que, lógicamente, «no están ni a la mitad de su capacidad en verano y que han hecho bajar la media de ocupación en otras comunidades».