Eivissa y Formentera no cuentan con suficientes educadores sociales. El delegado territorial en las Pitiüses de la Asociación Profesional de Educadores de Balears, Iván Castro, subrayó esta carencia: «El municipio de Eivissa es el único que dispone de educadores sociales. Sant Antoni y Santa Eulària tienen previsto contratar a educadores sociales por el plan de prestaciones básicas», apuntó. Sin embargo, el caso más llamativo es el Consell d'Eivissa que no dispone de ningún educador social, aunque Castro precisó que se «ha sacado una plaza ahora». «Faltan educadores en los servicios sociales específicos, como salud mental, drogas o discapacitados. Creemos que es necesario la contratación de educadores sociales», demandó Castro.

El objetivo de este colectivo es «defender la función del educador social y exigir a los ayuntamientos que la contratación de educadores sea a través de un diplomado», añadió. La profesión de educador social se puede confundir con trabajador social ya que ambas están destinadas al mismo ámbito. Sin embargo, el trabajador social incide más «el aspecto psicosocial, asistencial y de primeras ayudas económicas». En cambio, el educador social marca su intervención con pautas más educativas entre las que se destaca, por ejemplo, la intervención reeducativa en familias donde surge un problema.

Actualmente, hay en Eivissa una treintena de profesionales de este ámbito. La contratación de los educadores sociales se potenciará tras la descentralización del plan de prestaciones básicas, el servicio de ayuda a domicilio, del Consell a los ayuntamientos. La Asociación Profesional de Educadores de Balears se congratuló de la aprobación en el Parlament, el pasado día 17, de una ley para la creación del Colegio de Educadores Sociales de Balears con lo que se convierte en el tercer colegio profesional después de Catalunya y Galicia. Los estudios de educador social son de reciente creación. La primera promoción de estudiantes de esta diplomatura data del curso 1994-1995.