Sólo queda una pieza para que el muelle del dique de Botafoc esté
completo. Desde lo alto del faro se podía comprobar ayer cómo la
estructura frena la agitación de las aguas interiores de la bahía,
una de las justificaciones para construir este proyecto faraónico.
Sin embargo, la obra que ha marcado la actividad portuaria los
últimos dos años todavía tendrá que esperar hasta febrero de 2003
para poder se inaugurada. Dos meses más de lo previsto en la última
estimación realizada y por encima del plazo aprobado por la
Comisión de Seguimiento de Fondo de Cohesión de Unión Europea.
De todos modos, el presidente de la Autoritat Portuària,
Francesc Triay, remarcó ayer que el organismo cuenta con un plazo
que llega al mes de diciembre de 2003 para la liquidación
económico-financiera del proyecto con la Unión Europea, por lo que
el Fondo de Cohesión «está totalmente garantizado». El reajuste de
fechas se debe, según el organismo, «a las adversas condiciones
meteorológicas que han obstaculizado el desarrollo normal de
algunas fases del proceso constructivo» especialmente en las tareas
submarinas específicas, que, debido a las fuertes corrientes «han
ocasionado numerosos problemas en la colocación de los cajones de
hormigón sobre la banqueta de cimentación».
Otro motivo de retraso de las obras ha sido, aseguran, «la
voluntad de diálogo de la Autoritat Portuària con los vecinos y
hoteleros de la zona próxima a las obras y los compromisos
adquiridos antes del verano para dejar de trabajar durante el
horario nocturno minimizando las molestias a los residentes y los
turistas». A pesar de estos matices la obra prosigue a buen ritmo.
Los camiones realizan al día 350 descargas para rellenar la
estructura del dique y asentarla. Al otro lado del vial del faro se
han colocado bloques de hormigón a modo de barrera contra el viento
y la lluvia.
Con respecto a la polémica surgida por el uso de material de la
cantera Santa Bárbara, que había sido clausurada, Triay aseguró que
«es responsabilidad de las empresas constructoras» y aclaró que en
la actualidad el suministro procede de las canteras Can Orvay, Cas
Capità y Can Xumeu. A partir de ahora la obra se centrará en las
conducciones de servicios y de combustible que se descargará en el
dique. Los tubos atravesarán la avenida 8 d'Agost, que deberá ser
levantada en los próximos meses.
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