La economía Balear crecerá este año un 1'3 por ciento, según estimó
ayer el director del Centre de Recerca Econòmica (CRE), Antoni
Riera, por lo que este organismo dependiente de Caixa de Balears
«Sa Nostra» y de la Universitat de les Illes Balears (UIB), reduce
su previsión de crecimiento en dos décimas. La previsiones del
Govern y de la CAEB son del 1'7 por ciento y del 0'5 por ciento,
respectivamente.
El producto interior bruto (PIB) balear creció en 2001 un 2'5
por ciento y llegó a la cifra de 16.520 millones de euros, según
explicaron ayer el director del CRE y el director adjunto de Sa
Nostra, Pau Dols, en la presentación del «Informe Económico y
Social Balears 2001». Menorca, gracias al mayor peso y al mejor
comportamiento de industria y construcción, fue la isla mas
dinámica y registró un crecimiento del 3'5 por ciento; el PIB de
les Pitiüses aumentó un 3 por ciento, mientras que el de Mallorca,
isla que genera más del 84 por ciento del PIB balear, se situó en
un 2'5 por ciento, por la desaceleración del sector servicios y en
especial del turismo.
El sector servicios aportó el año pasado un total de 13.300
millones de euros a la economía balear, aproximádamente el 80 por
ciento del total, aunque el turístico, pieza clave de la economía
balear, fue el sector que más notó la ralentización en los dos
últimos trimestres de 2001, a causa del estancamiento de la
economía alemana y por el impacto del 11 de septiembre. Antoni
Riera advirtió, no obstante, que el producto turístico balear
acumula un encarecimiento en los últimos cinco años del 8 por
ciento respecto de Alemania, lo que a su juicio está siendo una de
las causas de la caída de este mercado en las islas. Por contra, el
mercado británico, a raíz de la fortaleza de la libra, acumula un
mejora de competitividad del 25 por ciento en el mismo periodo de
tiempo, lo que propició en el año pasado que este mercado superara
al germano como principal cliente de Balears.
Riera destacó que la economía de las Islas presenta tasas
negativas de productividad laboral desde 1998 hasta 2001 en el
sector servicios, a causa de los incrementos salariales, y sobre
todo en la construcción. «La caída en la construcción podría
revelar un exceso de empleo que se puede traducir en una fuerte
expulsión de ocupación ante la ralentización de la actividad», dice
el informe.
El consumo de los hogares fue en 2001, con un aumento medio del
2 por ciento, un factor «clave» de crecimiento, mientras que la
renta familiar disponible aumentó un 3'7 por ciento. El número de
familias que pudieron destinar parte de su renta al ahorro aumentó
hasta el 32'7 por ciento, y el porcentaje de la renta familiar
destinada a la pagar su vivienda alcanzó el 68'6 por ciento.
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