EUGENIO RODRIGUEZ Un tramo de 200 metros de la carretera que conecta Talamanca con la avenida Vuit d'Agost volvió a convertirse una vez más en una piscina de detritus a consecuencia de un nuevo vertido de aguas residuales. Esta es la sexta fuga de aguas fecales (la última fue el sábado) que se produce en lo que llevamos de año, según los vecinos.

El nuevo desbordamiento de la red de saneamiento inundó parte de ses Feixes, la carretera que conduce a Talamanca, el camino de entrada a la escuela de vela, el aparcamiento de los restaurantes La Barraca y Aquarium y el garaje y el acceso a la vivienda de un ciudadano, Salvador Petit, que ayer incluso se vio forzado a pernoctar en un hotel a causa del mal olor y el temor a coger alguna infección, según él mismo explicó a este periódico.

Salvador Petit estuvo toda la mañana infructuosamente pegado al teléfono para que el Ayuntamiento o los servicios del Ibasan retiraran y desinfectaran el charco de detritus que rodeaba su vivienda. «Lo único que queremos ahora mismo es que eliminen este olor y lo desinfecten, pero nadie se pone al teléfono», señaló.

Por su parte, el concejal de Obras y responsable de la red de saneamiento del municipio, Antoni Roldán, señaló que los operarios de Sogesur trabajaron durante todo el día en la limpieza y la desinfección de la zona, aunque a media tarde la vivienda de Salvador Petit aún seguía rodeada de aguas fecales. Este vecino está decidido a presentar una querella (la asociación de vecinos también piensa acudir a los tribunales), al igual que la propietaria del restaurante Aquarium.

Roldán mantiene que los técnicos de Sogesur comprobaron ayer que la estación de bombeo no funcionaba, a pesar de que el Ibasan no tenía constancia de ello. Por eso, hoy se desplazará un técnico de Palma para revisar la estación de bombeo, mientras que mañana se reunirán el Ayuntamiento y el Ibasan para buscar una solución definitiva.