A la ronda norte de Sant Antoni aún le quedan otros «dos o tres
meses», como mínimo, para poder ser abierta al tráfico, según
admitió ayer el conseller insular de Xarxa Viària, Vicent Tur. A
principios del verano el Consell decidió que la empresa Agloisa, se
dedicara plenamente a ese proyecto y postergara el resto de obras
con el fin de que estuviera concluida antes del fin de la
temporada.
Para intentar dar un impulso a esa obra, Vicent Tur ha mantenido
esta semana una reunión con un responsable de Agloisa, si bien el
único compromiso adquirido es que la ronda norte podría estar lista
en 60 o 90 días. Sobre el retraso acumulado, Agloisa arguye que no
esperaba tanto «trabajo de fábrica», es decir, aquel que precisa
mucha mano de obra y que no se puede hacer mediante maquinaria
pesada. Para ese tramo de carretera se han tenido que sortear
numerosas tuberías, canalizaciones y cables, lo cual ha retrasado
sobremanera los trabajos.
También se habló en esa reunión del acondicionamiento de la
carretera entre Eivissa y Santa Eulària, que contempla mejoras en
la C-733 y en la PM-810. En principio, Agloisa se dedicará a ella a
principios de octubre.
La construcción de la ronda norte de Sant Antoni empieza a
parecerse a la obra de El Escorial, pues de momento lleva casi
cuatro años de retraso. La construcción de ese importante nudo
viario debía comenzar en el verano de 1998, pero su puesta en
marcha fue afectada por la tardanza en la aprobación del Plan de
Carreteras, al que el Govern no dio el visto bueno hasta octubre de
1998. Entonces, la construcción de esa carretera estaba
presupuestada en 288 millones de pesetas.
En febrero de 1999, el Govern hizo correr la noticia de que en
un consell de govern próximo daría su visto bueno a ese proyecto.
El objetivo entonces era comenzar los trabajos dos meses después,
en abril, y concluirlos antes de finales de año, es decir, dedicar
sólo ocho meses a acabar ese proyecto. Pero las expectativas del
Govern no se cumplieron y se tuvo que esperar hasta la llegada del
Pacte para que se aprobara, en septiembre de 1999, el expediente de
contratación. El febrero de 2000, el Govern se vio obligado a sacar
de nuevo a concurso las obras tras haber quedado desiertas en otra
convocatoria, un nuevo retraso que no sería el único, pues hasta un
año después, en febrero de 2001, no comenzaron los primeros
trabajos, que continuamente han sufrido retrasos. Hasta el ex
conseller balear d'Obres Públiques, Josep Antoni Ferrer, se
aventuró en junio de 2001 a fijar en marzo de 2002 la fecha de
conclusión oficial de las obras si se retiraban a tiempo torres y
cables de Gesa. Veinte meses después de que comenzaran, aún no hay
ni un metro asfaltado.
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