El director gerente de la Fundació «Sa Nostra», Miquel Alenyà, hizo ayer en Eivissa una reflexión sobre las necesidades actuales de las ONGs que trabajan en las Pitiüses, el auge que han tenido en los últimos años y su papel en las demandas sociales frente a la falta de respuesta de la administración.

Aleyá describió a las entidades no gubernamentales dedicadas a servicios sociales como «unidades dedicadas a la prestación de servicios, no son centros de caridad». «La prestación de servicios sociales se enmarca dentro de un ámbito de profesionalización, continuidad, rigor y colaboración con las administraciones públicas, responsable de estos servicios», añadió. Señaló que cuando, por diferentes razones como la falta de presupuesto o recursos, estos servicios no son bien atendidos por las administraciones «surge la necesidad de que las asociaciones sin ánimo de lucro aparezcan y presten el servicio que no se da».

Este fenómeno ha experimentado un auge en los últimos años «porque se ha dado un crecimiento muy rápido de la demanda de servicios sociales y la oferta por parte de la administración social va más lenta». Ante esta situación, surge «una fisura grande que si no la cubren las entidades solidarias queda sin cubrir», advirtió.

Reconoció que ante la aparición de nuevas enfermedades crónicas y de marginación «la respuesta de la administración ha sido un poco lenta». Las entidades sociales que surgen para cubrir un vacío de la administración «son serias, profesionalizadas, trabajan con criterios de gestión moderna, aplican nuevas tecnologías y dan respuesta a las demandas insatisfechas en nuestra sociedad».