El Ayuntamiento de Sant Joan ha dirigido una dura misiva al
presidente del Govern balear, Francesc Antich, en la que denuncia
la «gravísima situación» generada por el mal funcionamiento de la
estación depuradora de aguas residuales (Edar) del Port de Sant
Miquel. El alcalde, Antoni Marí Marí, Carraca, también ha remitido
el escrito a las conselleries baleares de Medi Ambient y Sanitat,
al gerente del Instituto Balear de Saneamiento (Ibasan), Mateu
Horrach, y al Ministerio Fiscal para que «cada administración, en
la medida de sus competencias, adopte los acuerdos pertinentes
destinados a resolver el problema».
La reacción del alcalde se produce un día después de que el
director territorial del Ibasan, Ramon Mayol, visitara la
instalación en compañía de los vecinos. Mayol asegura que desde hoy
funcionará mejor porque se ha contratado a Gesa un suministro de
energía eléctrica superior.
Según se subraya en la carta enviada a Francesc Antich, el
«lamentable funcionamiento» de la Edar «está generando una
situación de degradación insostenible con graves perjuicios para
los vecinos de la zona, en particular, y para el sector turístico,
en general». El Ayuntamiento carga, además, contra el Ibasan y su
director territorial: «Pese a las reiteradas y sucesivas
solicitudes enviadas al Ibasan, la realidad es que la
administración competente, con muestras de clara negligencia, no
acomete las obras necesarias y definitivas resolutorias de esta
gravísima situación que perjudica directamente tanto a los
ciudadanos como al medio ambiente y a los recursos naturales de la
zona». Un informe del secretario y del aparejador municipal pone de
manifiesto la existencia en esa planta de «obras inacabadas, un
deficiente mantenimiento, malos olores y encharcamiento de los
alrededores con aguas fecales».
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