J.J.SERRA / M.JUNCOSA
El presidente del Govern, Francesc Antich, calificó ayer de «locura» la indefinición del Gobierno central en la previsión inversora para el gasoducto balear, en el marco de la planificación energética estatal.

Antich expresó «la sorpresa negativa» que ha causado un documento del Ministerio de Economía, del pasado 16 de julio, en el que aparecen las previsiones inversoras en infraestructuras gasísticas por comunidades autónomas. Balears es la única comunidad sin partidas asignadas.

El presidente reincidió en que el proyecto del gasoducto ha demostrado ser la opción menos costosa e impactante, además de constituir la mejor alternativa desde el punto de vista técnico: «El cable eléctrico entre la Península y Balears es más caro y presenta el inconveniente de que sólo transporta electricidad. Aquí necesitamos un gasoducto porque, además de traer gas, es más eficiente, menos contaminante y sirve para producir electricidad».

No obstante, la valoración del máximo responsable del Ejecutivo autonómico fue más allá y entró en el terreno de la disputa política: «La actitud del Gobierno central afecta a la soberanía balear porque el gaseoducto está incluido en el plan energético aprobado por nuestro Parlament».

En este punto, Francesc Antich recordó los enfrentamientos a causa del convenio de carreteras y «los incumplimientos del Régimen Especial Balear». Finalmente, el presidente recordó que «Enagás prevé el gasoducto y Gesa-Endesa ha realizado importantes inversiones en Son Reus en espera del gas natural, por lo que el comportamiento de Madrid no es normal. Es de esperar que estas dos empreses hagan entender al Gobierno central la necesidad del gaseoducto».