Dentro de la campaña emprendida por el Instituto Balear de la Naturaleza (Ibanat) para controlar la presencia de la procesionaria en los pinares pitiusos, el Grup d'Estudis de sa Naturalesa (GEN) colocará durante las próximas semanas dos centenares de cajas-nido para que sean habitadas por pájaros insectívoros, según explicó el presidente de la asociación ecologista, Juan Carlos Palerm.

Las cajas, que ya se encuentran en la sede del GEN, iban a ser distribuidas durante agosto, pero las fuertes lluvias han obligado a postergar esa medida de control biológico.

La mayor parte será colocada en Cala Mestella, según instrucciones del Ibanat, ya que es en esa zona donde se detectaron este año más orugas. Además de las cajas-nido, la Conselleria de Medi Ambient repartirá 7.250 trampas. De ellas, 6.450 del tipo vaso (rociadas con feromonas para atraer a los machos) y el resto secas.

Palerm confía en que para colgar las cajas de los árboles baste la ayuda de unas 20 personas. Para ello el GEN ha previsto organizar próximamente unas jornadas informativas para crear un equipo de voluntarios que colaboren tanto en este caso como en otros que se puedan presentar.

Las cajas-nido deben ser instaladadas con tiempo suficiente para que pierdan su olor a nuevas y sean habitadas por los picaformatges (carboneros; habituales en los bosques de pino, tienen una parte del pelo amarilla con una franja negra) y los papamoscas. Ambos son insectívoros y sienten especial debilidad por la procesionaria. Para que sólo sean ocupadas por esos dos pájaros, las cajas son de un modelo especial, con el agujero de entrada muy pequeño. Los gorriones, según explica Palerm, necesitarían uno mayor, por lo que difícilmente podrán penetrar en ese cubículo.

Lo más difícil, añade el presidente del GEN, no será la colocación de las cajas-nido en las ramas de los árboles, sino decidir dónde para así poder ubicar en un plano ese emplazamiento y realizar un seguimiento de su ocupación.