GUILLERMO ROMANÍ El matadero de Formentera, construido hace más de cuatro años y que nunca ha funcionado, está a la espera de que el Ayuntamiento se decida a ponerlo en marcha. El conseller de Agricultura, Ramaderia i Pesca, Vicent Tur, explicó que «la parte que correspondía al Consell d'Eivissa i Formentera ya está cumplimentada y ahora todo depende del Consistorio».

Para su entrada en funcionamiento, el matadero precisaba, en el apartado de personal, contar con un veterinario, que ya lo tiene pues se contrató a través de la Conselleria de Sanitat i Consum del Govern, un gerente, un responsable de la limpieza, funciones que hará una persona ya contratada y cuyo sueldo comparten Consell y Consistorio, y un matarife que será retribuido económicamente por ambas instituciones y que ya ha dado su visto bueno a encargarse de los sacrificios que se lleven a cabo en Formentera. Según ha explicado el veterinario Llorenç Córdoba «también está solucionado el asunto del Material Específico de Riesgo (MER), de los animales sacrificados que se guardarán en neveras congeladoras que se desplazarán a Eivissa una vez estén llenas para su posterior eliminación».

La previsión inicial es de efectuar sacrificios una vez a la semana y, en principio, sólo se tratarán de ovejas y cabritos aunque es previsible que, a medio plazo, vaya siendo obligatorio que todos los animales que se sacrifiquen en la isla, cerdos incluidos, deban pasar por el matadero para garantizar las condiciones óptimas higiénicas y sanitarias de la matanza.

Ahora el Ayuntamiento de Formentera debe retirar del recinto exterior del matadero todos los vehículos que se han ido almacenando en el lugar: motos, bicicletas, furgonetas y turismos.

Posteriormente se hará una limpieza a fondo de las instalaciones, ya que hace cuatro se hicieron y nunca han funcionado y adquiera el material que aún hace falta y cuyo coste se cifra en aproximadamente 2.400 euros ya que el matadero cuenta con prácticamente todo lo preciso para entrar ya en funcionamiento.