La noche del sábado reunió a numerosos visitantes en la Feria Andaluza que ha estado en el recinto ferial.

Las rumbas y las sevillanas combinaron en perfecta sintonía con los ritmos del verano, como el Aserejé, en la Feria Andaluza que se clausuró ayer con una importante respuesta de público. Teresa Castro, de la Casa Cultural Andaluza de las Pitiüses, calcula que han recibido entre 25.000 y 30.000 visitantes en esta edición.

Castro, una sevillana del Barrio de Nervión pero afincada 40 años en Eivissa, destacaba ayer que esta edición ha «ido muy bien, como el año pasado». También hizo hincapié en «la tranquilidad» ante la falta de incidentes pese al enorme jolgorio de algunas casetas, como la institucional que fue visitada cada noche de feria por un público muy joven con ganas de fiesta.

Después de cinco días de feria, los signos de agotamiento ya van apareciendo «pero no faltamos ninguno a la feria», precisa Castro.

La Feria Andaluza finalizó ayer con una comida. Este año no se ha servido la tradicional paella, sino que se ha optado por la carne mechada, un plato popular de Jaén. De este modo, se trata de ofrecer la variedades gastronómica existente en la cocina andaluza. La jornada culminó con la entrega de la sexta edición del trofeo de fútbol sala, la actuación del ballet de la Casa Cultural Andaluza y Atrium Show Internacional.