El director general de Biodiversidad, José Manuel Gómez, negó ayer
haber pactado con la empresa Dunasal Park la construcción en ses
Salines del aparcamiento de pago que durante estos días ha
originado una agria polémica y serios problemas de tráfico en
cuanto fue cerrado por orden del Consistorio por operar sin
licencia.
Gómez explicó que sólo ha mantenido «contactos» con Vicente
Riera Riera, propietario de los terrenos, con el fin de firmar un
convenio para repoblar la superficie de 6.000 metros cuadrados en
la que en febrero de 2001 fueron talados 66 pinos, 61 sabinas y
numerosas especies arbustivas de sotobosque. Por esa destrucción,
Riera, con antecedentes por delitos contra la salud pública, fue
condenado el pasado mes de febrero por el Juzgado de lo Penal
número 2 a pagar una multa de 13.380 euros.
Según Gómez, Medi Ambient sólo tenía dos salidas para restaurar
la zona: por las buenas, firmando un convenio con el propietario
(«a cambio de nada», recalcó) para, con su permiso, repoblar la
finca este invierno; o por las malas, iniciando un largo
procedimiento judicial para que el juez permitiera entrar en la
parcela y plantar los pinos y sabinas arrancados. Para acelerar el
proceso, optaron por la primera solución, si bien el propietario
parece que interpretó incorrectamente las intenciones de Medi
Ambient, que, según señala Gómez, en ningún momento ha dado permiso
para construir el aparcamiento. De hecho, Gómez recordó que será el
Plan Rector de Uso y Gestión (PRUG) del Parque Natural, en «fase
preliminar», el que determine dónde y cómo (si son privados o
públicos) podrá haber aparcamientos en ses Salines.
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