La mala temporada congela las inversiones en el sector turístico

«Los planes que se pondrán en marcha después del verano serán los imprescindibles para mantener el funcionamiento del negocio», como son las reparaciones de desperfectos y aquellas destinadas a la modernización que ya están previamente comprometidas.

Con este anuncio los empresarios turísticos pueden hacer temblar literalmente a los sectores de construcción e industria complementaria, ya que supone un recorte de los proyectos que se encargan en invierno, justo cuando cierran los establecimientos.

Entre las causas de este descenso de beneficios no está solo el bajón de los meses previos a julio y agosto sino que la escasa demanda ha hecho lanzar ofertas a precios bajos (menos beneficios para el hotelero) que atraen a turistas de menor capacidad adquisitiva (inferiores ingresos para bares, restaurantes, cafeterías y comercio minorista).

«La federación no cuentan con la confirmación de cada socio pero, por las noticias que estamos teniendo, la gente va a obrar con una extrema prudencia al finalizar la temporada, bien porque ha ido mal y no se ha generado excedente o bien porque quien tenga dinero va a ser muy prudente».