EUGENIO RODRIGUEZ La plaga de Lobesia botrana, conocida popularmente como corc del raïm, que afecta a las plantaciones de vid se ha extendido este año en la isla de Eivissa, no así en Formentera, que es donde se detectó en 1999 el primer foco de este insecto.

El departamento de Agricultura del Consell Insular ha hallado nuevas parcelas afectadas por la Lobesia botrana, concretamente por las zonas de Portinatx y el puig d'en Fornàs, entre Sant Josep y Sant Antoni. El año pasado la plaga se concentró en la zona de Sant Jordi.

Curiosamente en Formentera el nivel de plaga ha bajado muchísimo, dado que actualmente se captura, como mucho, un macho cada semana en cada una de las 21 trampas distribuidas por la isla, cuando el umbral de tolerancia es de una a tres capturas por día. Cuando se llega a esta situación hay que aplicar productos fitosanitarios para combatir la plaga, que puede causar graves perjuicios económicos a los agricultores.

El Consell Insular da prioridad antes a la lucha biológica, lo que se llama tratamiento de confusión sexual, que consiste en la dispersión controlada de una sustancia (feromona) que incita a la cópula. El resultado es todo lo contrario puesto que se dificulta el encuentro con las parejas.

De todos modos, en Eivissa, según apunta Eva Guerrero, responsable del tratamiento de la plaga del Consell Insular, se tiene que aplicar directamente fitosanitarios ya que la plaga se ha detectado tarde. «Muy pocos agricultores vinieron a buscar trampas, que es lo que sirve para detectar la presencia del insecto», dice. Estas trampas liberan una sustancia análoga a la que desprenden las hembras antes del apareamiento, que atrae, y atrapa, a los machos. En Eivissa se han distribuido este año 51 trampas.