Carl Cox, considerado como uno de los mejores djs del mundo. Foto: K.TABERNER.

Charlamos con Carl Cox en el refugio que tiene en Sant Antoni tras haber vivido unas jornadas maratonianas desde el pasado jueves. «Ese día salí de Detroit para Eivissa haciendo escala en Londres donde esperé una hora para embarcarme a Barcelona. Allí esperé tres horas y media y volé a Eivissa donde me fui directamente a la preparty del Space que se celebró en Mambo's y de allí a Space, a la primera fiesta 'Carl Cox at Space' y esta madrugada (por el sábado) volví a Space para celebrar mi cumpleaños», resumió el rey de las pistas de baile.

"¿Cuántos años?
"He llegado a los maravillosos cuarenta.

"¿Desde cuándo viene usted a Eivissa?
"Desde 1982. Todo ha cambiado mucho pero en cuanto llegué a la isla hace veinte años me gustó su ambiente. Y como no podía permitirme otra cosa, me quedé en un hostal del West End que me costaba 5 libras la noche. Así es como empecé, vine de vacaciones y como ya era dj y algunos de mis amigos pinchaban en algunos locales de Sant Antoni como el Manhattan me quedé. Y como no podía ir de marcha a Ku iba a Space. De allí nació mi romance con Space.

"¿Cuándo comenzó a pinchar en Eivissa?
"En 1989 llegué al Star Club, actual Edén.

"En estos años ¿Cuál ha sido su evolución?
"Creo que cada vez pincho música más elaborada. Intento hacer algo que sirva y llame la atención de todo el mundo y que a la vez despierte mi propio interés porque me identifico con ella. La razón de que yo pinche estos sonidos es muy personal: además de permitirme ser yo mismo hace que me identifique con lo que hago y la isla me permite hacerlo de una manera muy especial. Antes pinchaba música tecno muy fuerte pero ahora me gusta que la gente sepa que estoy a la última.

"¿Es diferente el público de la isla?
"Sí. Space siempre ha sido el club más a la última del mundo. En 1982 era una discoteca muy bonita con un buen sistema de sonido. En la terraza había una barra con una pequeña pista de baile muy relajada y dentro se bailaba , algo diferente a lo de hoy. He estado por discotecas de todo el mundo y nunca he encontrado una sala en la cual la gente vaya exclusivamente a bailar despreocupada de su imagen. Eso es lo que hace que sea el club por excelencia. Después de 32 años de carrera doy fe de que Space es el auténtico club en el mundo.