El hospital Can Misses de Eivissa se gasta 70.000 euros al año en el traslado de los residuos peligrosos del grupo III y los medicamentos citostáticos, utilizados por pacientes oncológicos, bien a a Palma y a la península, ya que la isla de Eivissa no dispone de ninguna planta de tratamiento adecuada para este tipo de residuos que son altamente tóxicos.

El gasto anual de 70.000 euros para la eliminación de los residuos es un coste muy alto para las arcas del hospital teniendo en cuenta que cuando se disponía del horno incinerador costaba 10.000 euros. Sin embargo, el horno no se encuentra vigente según la normativa actual de eliminación de residuos adecuados y está pendiente de desmontarlo ya que el espacio es limitado en Can Misses. El horno incinerador se dejó de utilizar hace varios años.

El traslado de estos residuos del grupo III (restos de quirófano, material de diálisis, líquidos y reactivos nocivos para la salud, que se tienen que eliminar manteniendo unos niveles de seguridad), y los medicamentos cicostáticos, los productos más contaminantes, se hace a Palma donde se tratan o bien se llevan a la península, según el tipo de residuos. Una empresa de Palma, AB Higiene, se encarga de recoger estos residuos en Eivissa a través de unos recipentes especiales y transportar este tipo de residuos para su eliminación. Este tipo de residuos sólo se pueden eliminar mediante incineración o esterilización, salvo los citostáticos que no se pueden esterilizar.

El proyecto de una autoclave, una esterilizadora, en Can Misses ya la barajó el hospital cuando era gerente del Area de Salud, Carmelo Sansano. La posibilidad de recuperar este proyecto es una cuestión que «se habría que valorar con Medio Ambiente si es rentable para toda la isla Eivissa, no sólo para el hospital», precisó el director de gestión de Can Misses, Pablo Serra. «Sí es cierto que los residuos salen muy caros transportarlos a Palma y puede ser rentable montar una autoclave por el sobrecoste que se está pagando por culpa del transporte, pero habría que valorarlo», añadió.

La eliminación de los residuos sanitarios del grupo III resulta difícil para los proveedores pequeños en las islas generadores de residuos, que no consiguen encontrar a una empresa que quiera tratar sus residuos. «Algunas tienen dificultades para cumplir la normativa aunque tengan voluntad de hacerlo», precisó Serra.