El tabaco siempre ha tenido por detrás muchos inconvenientes, como pueden ser los tipos de cáncer que provoca: de garganta, de boca y de pulmón; las molestias que el humo causa en los lugares cerrados, y con ello la imposibilidad de encenderse un cigarrillo cuando uno lo necesita y también el olor que deja en la ropa y las manos. Sin embargo, existe una alternativa al tabaco tradicional. Se trata del snus o tabaco sueco, una forma de ingerir nicotina que cuenta con más de 150 años de historia y que es casi totalmente, desconocida en nuestro país.

Este tabaco se presenta en dos formatos: en una especie de polvo, como el café molido y que se conoce con el nombre de 'loose snus', y también, en bolsines de la medida de la yema del dedo meñique y que están fabricados con el mismo material que las bolsitas de té. Esta variedad se llama 'pouch snus'. Ambos aparecen mezclados con agua, sal y aditivos para dar gusto, «su sabor varía según te lo compres de menta o regaliz, hay muchas variedades, pero también sabe a sal y perfume», afirma Niclas Hansson, un joven sueco que vive en la isla y que lo fuma desde los 13 ó 14 años.

El snus sueco tiene la característica de que no se fuma, sino que se coloca en el interior de la boca entre la encía y el labio superior. Una vez que la bolsa o el polvillo se ha introducido en el interior del labio, prácticamente, no se ve, por lo que se puede 'fumar' en cualquier sitio sin molestar a nadie. Sin embargo,«la encía como es una zona muy sensible, cuando te colocas el snus, pica un poco. Este escozor es debido a la nicotina», afirma Niclas.

El consumo de nicotina se hace a través de la saliva, generalmente, con el snus la cantidad de nicotina que se absorbe es la misma que con la de un pitillo aunque depende de ciertos factores, como pueden ser la concentración de esta sustancia en el tabaco y la frecuencia con la que se cambia la bolsita. «Yo, normalmente, me quito el tabaco antes de las comidas para no mezclar los sabores. Este tabaco es un poco fuerte», dice sonriendo. Asimismo, otro de los factores que incide en la cantidad de nicotina que se absorbe es el tiempo que se permanece sin tener snus en la boca, «me coloco el tabaco y me lo dejo más o menos dos horas, pero claro esto varía según la persona. A mí un paquete de 50 gramos me dura un día, pero hay otras a las que les dura mucho más», dice Niclas. De todos modos, fumar snus no es más caro que el que se vende en nuestros estancos puesto que «una cajetilla cuesta, más o menos 2'50 euros, como el tabaco normal», añade este joven.

Las desventajas del tabaco sueco son que al tener un PH básico y contener nicotina, puede dar una sensación de quemazón. Del mismo modo, según algunos estudios, la presión sanguínea aumenta pero otras investigaciones lo niegan, por lo que todavía no está muy claro; el tercer inconveniente es que se ha observado que los usuarios experimentan un cambio de color en la zona de la encía donde se coloca el snus, este problema desaparece una vez que se deja de tomar tabaco y disminuye con la reducción de consumo o si se va cambiando la zona donde se coloca el bolsín o polvillo, «pero es bastante difícil que estas manchas desaparezcan por completo», concluye este sueco.

Las ventajas de este tabaco son que no se ingiere alquitrán ni se inhala humo, por lo que el riesgo de cáncer disminuye de forma radical. Según la comunidad científica sueca, en los años 90 el porcentaje de las muertes relacionadas con los efectos del tabaco, afectaron a un 11 por ciento en Suecia, frente al 25, del resto de las ciudades europeas.Estos resultados incluyen el cáncer de boca, intestino y estómago: «Me parece bien que no produzca cáncer, pero fumar también es un acto social, conlleva muchas cosas: encenderse el cigarrillo, inhalar el humo, expulsarlo,... No se trata solo de satisfacer las necesidades de nicotina. Fumar es mucho más», asegura Rosa Frasquet, una joven que lleva desde los 14 años fumando.

Este tabaco es mucho más sano que el tradicional, pero «en España y en el resto de la Unión Europea, excepto Noruega y Suecia, no se vende porque los políticos no quieren», asegura Hansson. No se trata de un tabaco ilegal pero aquí no se puede vender. Para conseguirlo, «debes tener un contacto allí o bien que te lo manden desde la misma empresa», concluye Niclas.

El snus sueco es una alternativa más al tabaco tradicional como son los parches o chicles de nicotina, con la diferencia de que cuenta con más de 150 años de historia. El snus presenta sus desventajas pero también sus ventajas, que no son nada despreciables y que pueden dejar a más uno con el gusanillo de probarlo, pero, pese a que es más sano, produce la misma dependencia que cualquier otro tabaco. «Con este tabaco empiezas igual que como con los demás, eres joven y quieres probar. Al principio no te gusta pero a base de probarlo al final te acabas enganchando», dice Hansson sonriendo.