Quetglas, Blanco y Costa inauguraron ayer las obras de la carretera de Sant Josep. Foto: MARGA FERRER

EUGENIO RODRIGUEZ El Consell Insular maneja ahora mismo cinco alternativas para construir una nueva vía que conecte Eivissa con el aeropuerto sin atravesar el casco urbano de Sant Jordi. Este trazado, pendiente en la red viaria de la isla desde hace muchos años, servirá para descongestionar la única carretera de acceso a las instalaciones aeroportuarias, que en verano apenas puede aguantar la presión del tráfico. El Consell sacará próximamente a exposición pública los cinco proyectos técnicos redactados por un gabinete de ingenieros para que pueda hacerse una criba.

La primera de las propuestas ya es conocida por todos. Se trata del proyecto que elaboró el Govern balear hace un lustro y que halló la oposición frontal tanto del Ayuntamiento de Eivissa como de Sant Josep: un trazado que conectaría la rotonda de entrada a la avenida Espanya, con el aeropuerto, pasando por Figueretes. Las otras alternativas pasan por la carretera de Sant Josep con un desvío directo hacia el aeródromo; una circunvalación en Sant Jordi que pasaría por Platja d'en Bossa; una vía que rodee Sant Jordi y una opción mixta entre la propuesta de ses Figueretes y la circunvalación .

La propuesta que tiene más peso es la del desvió desde la carretera de Sant Josep, dado que las obras de mejora de esta carretera, ya prevén hacer esta intersección. El secretario de Estado de Infraestructuras del Ministerio de Fomento, Benigno Blanco, el conseller de Obras Públicas del Govern, Francesc Quetglas, y la presidenta del Consell Insular, Pilar Costa, pusieron ayer precisamente la primera piedra (una urna con las banderas de Eivissa, Balears, Espanya y la UE, un puñado de euros, un pergamino y uno de los tres periódicos que salen a diario a la calle) de las obras del acondicionamiento de la carretera de Sant Josep (PM-803) en un tramo de 11'2 kilómetros, que llevará a cabo la empresa Tableros y Puentes a partir de septiembre, con un plazo de ejecución de dos años y un presupuesto de 7'3 millones de euros. Este proyecto es fruto del convenio de colaboración suscrito por el Ministerio de Fomento y el Govern en 1998 para acometer la mejora de la red viaria de las islas.