P edro López responde a su reciente fama de conquistador de una manera natural. Lo era ya antes de que le eligiesen para participar en el morboso programa 'Confianza Ciega', pero la diferencia es que ahora él sabe que los demás también se han dado cuenta de ello. Este cordobés de 28 años nunca se había planteado dedicarse al mundo de la imagen, pero las casualidades le llevaron a desempeñar el papel de amante, del 'otro' como se dice vulgarmente, en 'Confianza Ciega', un nuevo formato televisivo emitido el pasado invierno y en el que tres parejas supuestamente muy enamoradas se separaban durante tres meses; pero el morbo añadido consistía en que a las chicas las encerraban con varios seductores, mientras que los novios convivían con unas impresionantes mujeres cuya misión era simplemente seducirles.

Tras su paso por el programa y mientras sus compañeros han decidido quedarse en Madrid, recorriendo discotecas y firmando autógrafos, Pedro se ha cobijado en Eivissa, un lugar al que le es fiel desde hace seis veranos. Aunque no radicalmente, a Pedro le ha cambiado la vida después de disfrutar de lo que él define como «una experiencia inolvidable». Tras el programa ha seguido coqueteando con la pequeña pantalla, apareciendo en programas como 'Sabor a ti' o 'Abierto al anochecer' para contar toda la verdad sobre lo que sucedió en aquella casa. «En octubre volveré a Madrid para ver si encuentro algo, o tal vez estudie arte dramático, pero ojalá hubiese un 'Confianza Ciega 2' porque volvería a ir», asegura. Pero si a Pedro López le tocase estar en el otro extremo, si le propusiesen participar en el programa en compañía de su novia, rechazaría la propuesta inmedatamente. «Ni se me hubiera ocurrido, no entiendo quién puede querer que a su novia le estén intentando ligar todo el día; por eso creo que no habrá una segunda parte», explica sin rodeos.

Atractivo y coqueto, a Pedro López se le nota que disfruta jugando con la cámara, enamorándola; pero hay otros aspectos de la fama a los que no termina de acostumbrarse, como al de las admiradoras.