Laura Martínez desfiló con su propia creación, que bautizó como «El búho», y causó sensación. Foto: VICENÇ FENOLLOSA

El sol se puso en Sa Punta des Molí, en Sant Antoni, tan sólo 15 minutos antes de que pisase la tarima la primera de las modelos que ayer, en la primera jornada de la moda Adlib 2002, desfilaron en ese bello rincón de la isla de Eivissa. Pero a pesar de perderse ese fondo inmejorable, la treintena de diseños que ayer se pudieron ver en esta pasarela autóctona eclipsaron a los asistentes tanto como lo había hecho instantes antes ese sol anaranjado.

Los jóvenes diseñadores y los estudiantes de la Escola d'Arts i Oficis se convirtieron en protagonistas y fueron sus minutos de gloria. Toni Riera, director del Grup Amateur de Teatro (GAT), fue el encargado de presentar la velada. Lo hizo con simpatía, escuetamente e insistiendo en ubicar el estilo Adlib en la categoría de moda con mayúsculas.

La presidenta del Consell Insular, Pilar Costa, también se subió al escenario y se ocupó de recordar los consabidos agradecimientos a todos los que ayudaron a hacer posible la noche de ayer. Una noche en la que las palabras innovación, vanguardia y originalidad podrían haber estado escritas en la pantalla gigante que instalaron al fondo del escenario, porque eso es lo que hubo, de todo menos convencionalidad. Ayer, las objeciones tuvieron que quedarse guardados en el armario, con los trajes grises y aburridos.

El instante más esperado llegó minutos después, cuando la banda sonora del film 'En el nombre del padre' se dejó oir en todo el recinto y los trabajos de los jóvenes diseñadores aparecieron sobre la moqueta azul. Los hermanos Toni y José Boned presentaron su colección de vestidos de novia, con el significativo nombre de 'No quiero'. Siete diseños basados en los contrastes: el blanco frente al negro, los cortes verticales ante los volúmenes, y los tejidos clásicos bajo los más atrevidos. Quién iba a imaginar una delicada falda blanca de raso complementada con un top hecho de lata y cubierto con una chaqueta militar. O un vestido de novia completamente negro a excepción de un tul blanco sobresaliendo por debajo de la falda. Loneta, raso, tul, algodón y tafetán fueron los materiales que utilizaron estos jóvenes talentos que no tiene nada que envidiar a los diseños que se pueden ver en las pasarelas internacionales. De hecho, a Toni Boned la fama le precede, ganó el año pasado el primer premio del certamen Art Jove en la categoría de diseño.