Una mujer prepara una de las pancartas que saldrán hoy a la calle. Foto: KIKE TABERNER

EUGENIO RODRIGUEZ Los sindicatos hacen una última llamada a todos los trabajadores de las Pitiüses para que secunden la jornada de huelga convocada en todo el territorio nacional en protesta por la reforma laboral decretada por el Gobierno. El cruce de declaraciones entre patronal y sindicatos y las crispadas negociaciones para establecer los servicios mínimos han caldeado aún más si cabe la llamada al paro.

Prácticamente toda la atención del 20-J en Eivissa se ha centrado en el aeropuerto, casi un año después de que la huelga del transporte discrecional colapsara las instalaciones aeroportuarias con miles de turistas que no disponían de medios para salir ni entrar del aeródromo. La imagen de la procesión de turistas, con las maletas a cuestas, caminando por el arcén de la carretera aún sigue muy viva en la memoria del sector turístico.

Para evitar que se repita la misma historia, los principales touroperadores que operan con el aeropuerto de Eivissa decidieron adelantar a ayer o retrasar a mañana 82 vuelos previstos para hoy. Así , ayer operaron 113 aeronaves, 15 más de las previstas, mientras que para hoy está prevista la llegada y salida de sólo 42 vuelos, cuando la previsión era de 124.

Algunos trabajadores adelantaron la jornada de huelga. Es el caso de los trabajadores del servicio de recogida de basura y limpieza de Sant Antoni (Focsa) y Eivissa (Cespa). Los cuatro grupos de piquetes informativos en Eivissa se desplazaron a Sant Antoni a las 20 horas para presionar a los trabajadores que pudieran optar a cumplir con su jornada laboral. Lo mismo hicieron después en el cuartel general de Cespa, antes de marchar al aeropuerto, donde el derecho a huelga arrancaba a partir de la medianoche.

Por su parte, los sindicatos denunciaron una vez más las amenazas de algunos empresarios, sobre todo del sector turístico, hacia los trabajadores para evitar que éstos ejerzan su derecho a huelga.