El Ayuntamiento de Santa Eulària ya ha ordenado dos veces la paralización de las obras de reforma de la Barbacoa de Santa Gertrudis, que al parecer quieren reconvertirla en una discoteca, según han denunciado la oposición y los vecinos.

El celador del departamento de Urbanismo ya advirtió el lunes a los trabajadores que debían paralizar las obras, pero ayer por la mañana tuvo que acudir de nuevo al lugar, situado a menos de un kilómetro de Santa Gertrudis, para ordenar el paro definitivo. «Si no hacen caso, tendremos que precintarlo», apunta el edil de Urbanismo, Vicent Riera.

El Ayuntamiento de Santa Eulària no ha concedido ningún permiso para que puedan llevarse a cabo estas obras. «No tienen licencia ni de obra menor. En este Ayuntamiento no ha entrado ninguna petición para ello», destacó Riera. Asimismo, el Ayuntamiento, según el concejal de Urbanismo, tampoco tiene constancia de que en este recinto quiera construirse una discoteca: «Tampoco hemos recibido ninguna solicitud. Me consta que este local tiene permiso para funcionar como restaurante y no como sala de fiestas».

Por su parte, los vecinos de Santa Gertrudis, alarmados por las intenciones de la nueva propiedad, iniciaron una recogida de firmas para detenerlo. El Pacte Progressista también ha presentado una denuncia ante el Ayuntamiento en la que solicita que se inicie el correspondiente expediente administrativo de infracción urbanística.

La oposición, al igual que el vecindario, rechaza tajantemente que la Barbacoa de Santa Gertrudis pueda transformarse en una discoteca. «Dicha zona [suelo rústico] no es la apropiada para que se desarrollen este tipo de actividades ya que alterarían gravemente el entorno y causaría molestias a todos los vecinos de la zona de influencia», apuntan los progresistas en un comunicado.